IN MEMORIAM del profesor Felipe Toledo Ortiz

Fecha: 24 - ENE - 2024

IN MEMORIAM
del profesor Felipe Toledo Ortiz


El fallecimiento del profesor Felipe Toledo Ortiz el pasado mes de noviembre de 2023 supone el final de una vida dedicada a la infancia y a la cultura, desde el ejercicio de su profesión, la Pediatría, en el que supo combinar la ciencia con la humanidad, y lo clínico con lo social.
Ya en 1982 plasmó en su publicación “Pediatría Social” los conceptos y contenidos de esta área específica de la pediatría, en un momento en el que los pediatras estábamos casi exclusivamente interesados por los aspectos tecnológicos y asistenciales. Eran muy pocos los que entonces pensaban que la salud de la infancia dependía en gran medida de factores relacionados con el entorno social y que éstos eran competencia de los pediatras. Muchos menos, los que conseguían ordenarlos y editarlos para beneficio de compañeros y de los jóvenes pediatras que se incorporaban a esta corriente asistencial.


En aquellos años, él definió a la Pediatría Social como “una actitud, un pensamiento, un espíritu con el que se realiza la labor asistencial o preventiva ante un niño enfermo o que en otra ocasión puede estarlo, teniendo en cuenta la sociedad y el ambiente en que se desenvuelve”. Hoy día todavía seguimos intentando darle contenidos a este enfoque que está plenamente de actualidad. Nos sorprende lo innovador de sus planteamientos en la atención a los problemas de la infancia. Desde los años 80 nos propone a los pediatras interesarnos por los condicionantes del medio social, por la prevención de la elevada mortalidad y morbilidad infantil causada por accidentes mediante un Plan Nacional de Prevención; por el niño tal como aparece y es tratado en los medios de comunicación; por el niño con enfermedad crónica, que hoy día es centro de nuestro interés por la necesidad de una atención integral; por los trastornos de conducta en la infancia, por el niño con problemas en el hogar, por los que presentan trastornos psicosomáticos o los que tienen miedo y angustia. Ya entonces se preocupaba del papel del pediatra ante el estrés y el fracaso escolar de los niños; de la necesidad de la estimulación precoz ante los trastornos del desarrollo, del consumo de alcohol y drogas, del derecho a la protección “sanitaria y social”, años antes de que lo proclamara la Convención de los Derechos del Niño en 1989.


Hablaba de la necesidad de transferir conocimientos a la población desarrollando técnicas de Educación para la Salud, con dedicación especial a la población rural; de la marginación de los niños con problemas del desarrollo, del ambiente en que se desarrollaba el niño “institucionalizado”; y, sorprendentemente, abordaba la necesidad de “preparación para el matrimonio” desde la etapa escolar; cosa que hoy no nos atrevemos a plantear ni siquiera a los adolescentes. Dedicó un capítulo a describir cuáles deberían ser las cualidades del profesional ante la atención médica de la infancia, las características de la entrevista y de la exploración, los exámenes complementarios y la conducta terapéutica. Una lección magistral avalada y engrandecida por el paso de los años. El tiempo le ha dado la razón en todo.


El profesor don Manuel Cruz Hernández, recientemente fallecido también, destacaba de Felipe Toledo su cultura humanística y su interpretación humana de la Pediatría, que aplicó desde el comienzo de su extensa carrera profesional en el Hospital Reina Sofía y en su trabajo en instituciones de infancia, y lo reconoció como “uno de los más sólidos cultivadores de este nuevo aspecto de la Pediatría, que es la Pediatría Social”. Resaltaba de él la importancia de su labor docente en este enfoque social de la pediatría que consideraba debía estar desarrollado en cada uno de sus contenidos nosológicos, como se deriva de las propuestas de Massé en Francia. En este enfoque, decía Cruz Hernández, el pediatra se ocupa tanto de los padres como de los hijos, de los problemas del ambiente y de temas tan importantes como el juego o la educación para la salud, por ejemplo, como se traduce en la obra de Felipe Toledo.


La vertiente cultural y humanista se pone de manifiesto en su continua participación en la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes, y en la Asociación de Amigos de Córdoba; que se concreta, por ejemplo, en su interés por los Castillos de Córdoba a los que dedicó una excelente publicación, y en sus opiniones sobre las políticas de atención a la infancia expresadas en la prensa; y en su interés plasmado en sus conferencias sobre la cultura del mundo gitano y de otros grupos sociales de nuestro entorno.
Toda su tarea la desarrolló para llegar a los niños, a las familias, a los profesionales, sus compañeros, como una necesidad interior; sin ningún deseo de obtener relevancia profesional ni personal, con toda la sencillez y la humildad de las personas que hacen las aportaciones más importantes. Así era Felipe Toledo y así lo recordamos.


Nuestro agradecimiento desde la Sociedad Española de Pediatría Social (SEPS) por habernos ayudado a ser mejores pediatras y a elegir el camino adecuado.


Carmen Vidal Palacios
Presidenta de la SEPS